Así nos afectará la nueva gripe con el cambio climático
Javier Vegas
El cambio climático podría alterar el virus de la gripe. ¿Cómo nos afectaría?
El virus de la gripe es uno de los patógenos que tiene una mayor incidencia en la población mundial. De hecho, cada año, los afectados se cuentan por millones y en ocasiones puede llegar a ser una de las causas que provoquen el fallecimiento de cientos de personas.
Sin embargo, lo que hasta ahora conocemos como temporada de gripe, que en el caso de España se prolonga desde los meses de octubre y noviembre hasta marzo y abril, podría variar de forma notable debido al cambio climático.
Este fenómeno está alterando las corrientes de aire y las condiciones climatológicas de todos los lugares del planeta, lo que supone un factor de trasmisión fundamental para el virus de la gripe.
Evolución de la gripe por el calentamiento global
Un reciente estudio ha realizado una simulación que combina las alteraciones climáticas y los patrones de viaje de las personas para investigar la influencia del cambio climático en la propagación enfermedades infecciosas transmitidas por el aire, como la gripe. Tras analizar los datos, los expertos señalan que la gripe avanzará una media de cinco días más despacio en el año 2040 que a finales del siglo XX. Una tendencia que varía de forma notable en función de la región geográfica del país.El cambio climático modifica las corrientes de aire y las condiciones climatológicas del planeta, factores de transmisión fundamental para el virus de la gripeAsí, en las zonas más cálidas del planeta, como en el centro de África, la gripe acelerará su propagación en más de una semana. Mientras que, en áreas más frías, la evolución de su incidencia puede verse reducida. VER MÁS. ESTA ES LA MEJOR DIETA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO No obstante, hay que tener en cuenta que en estas previsiones pueden variar debido a factores como la evolución de la población de las próximas décadas, el tráfico aéreo, las vacunas, la higiene e incluso la calidad de la atención médica. Todos ellos factores fundamentales que pueden ayudar a controlar la evolución de una enfermedad infecciosa en caso de pandemia, como es la gripe.