Calendario de fenómenos astronómicos de 2019

Javier Vegas

Javier Vegas

Los fenómenos astronómicos del 2019 que no te puedes perder, donde destacarán todos estos eclipses.

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Los próximos 365 días nos traen un buen puñado de fenómenos astronómicos 2019 que no nos podemos perder. Entre ellos, destaca la llegada de un eclipse lunar total del que podremos disfrutar en los primeros compases del año, en enero. Así como las tradicionales citas con las lluvias de estrellas…

Enero

2019 arrancará con mucha fuerza. En la noche del 3 al 4 de enero tendrá lugar la lluvia de estrellas de las Cuadrántidas. La radiante de la lluvia se encuentra en la constelación de Bootes (el Boyero) y podría llegar a dejarnos hasta 100 meteoros por hora. Las condiciones serán inmejorables en esta ocasión, porque la luna estará en fase creciente y su luz apenas tapará a los meteoros más tenues. El mejor momento para la observación será a partir de las 3 de la madrugada.

El 6 de enero tendrá lugar un eclipse solar parcial que solo será visible desde el este de Asia y la región norte del Océano Pacífico. Pero la gran cita de enero se producirá el día 21. No solo llegará la primera luna llena del año, popularmente conocida como la luna del lobo. Lo hará acompañada de un eclipse lunar total que podremos ver casi íntegramente en todo el territorio español. Tan solo nos perderemos los últimos minutos de la fase penumbral, Eso sí, habrá que trasnochar para poder verlo.

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La luna llena de enero, además será una superluna. Coincidirá con nuestro satélite en el punto más cercano de su órbita alrededor de la Tierra. La diferencia, a simple vista, no será visible para aquellos que no observen asiduamente nuestro satélite. Para despedir el mes, el 22 de enero, también podremos disfrutar de una conjunción entre Venus y Júpiter. Ambos planetas parecerán estar muy cerca entre sí. Será visible en las horas previas al amanecer.

Febrero y marzo

Después de un mes de enero muy ajetreado de fenómenos astronómicos, febrero nos traerá mucha calma. Solo nos dejará dos citas realmente interesantes. La primera será el 19 de febrero, cuando se producirá la luna llena. Es popularmente conocida como la luna de nieve, por ser esta la época del año en la que suelen caer las mayores nevadas. Además, de nuevo, será una superluna, al producirse en el momento en el que nuestro satélite estará más cerca del planeta.

La segunda cita será el 27 de febrero. Después de la puesta de Sol, podremos observar a Mercurio en el horizonte. Será una buena oportunidad para observar el planeta más cercano a nuestra estrella. Ya en marzo, de nuevo, tendremos otras dos citas que vale la pena destacar. Por un lado, la llegada del equinoccio de marzo, que marcará la llegada de la primavera al hemisferio norte y el otoño al hemisferio sur. Se producirá a las 22:58 (horario peninsular).

El 21 de marzo tendremos una nueva luna llena. En la cultura popular, es conocida como la luna del gusano, por ser esta la época del año en la que el suelo comienza a ablandarse y las lombrices vuelven a aparecer sobre la superficie. Además, será de nuevo una superluna. La última que presenciaremos en 2019, ya que el resto de lunas llenas no coincidirán con nuestro satélite en el punto más cercano de su órbita respecto a la Tierra.

Abril y mayo

Con la llegada de abril también recuperamos las citas con las lluvias de estrellas. Pero primero, el 11 de abril, podremos observar a Mercurio en el horizonte antes de la salida del Sol. Es importante recordar que nunca hay que mirar al horizonte con nuestra estrella todavía visible. Mirarla de forma directa, aunque solo sea unos segundos, puede dañar nuestra vista de forma irreparable. El 19 de abril, tendremos una nueva cita con la luna llena.

Es popularmente conocida como la luna rosa, por ser esta la época del año en la que florece el flox musgoso, una planta con una flor con marcado color rosáceo. Es una de las primeras flores de la primavera. En la noche del 22 al 23 de abril, tendremos una cita con la lluvia de las Líridas. Sin embargo, no esperamos que sea un gran espectáculo porque la presencia de la Luna impedirá ver los meteoros más tenues. En la noche del 6 al 7 de mayo tendremos una oportunidad mejor.

Porque tendrá lugar la lluvia de las Eta Acuáridas. Es principalmente activa en el hemisferio sur, pero también deja un buen nivel de actividad en el hemisferio norte y, en ese entonces, la Luna no será un problema. El 18 de mayo tendrá lugar la luna llena. Popularmente conocida como la luna de las flores, por ser la época del año en la que aparecen la mayoría de las flores. Y no será la última luna llena de la primavera…

Junio

En el mes de junio podremos disfrutar de Júpiter. El 10 de junio entrará en oposición. Estará completamente iluminado y en su punto más cercano a la Tierra, por lo que será visible toda la noche en las mejores condiciones del año. Con unos prismáticos astronómicos, será posible observar los satélites más grandes. Con un telescopio de tamaño mediano, se podrá apreciar, incluso, las bandas de nubes del gigante joviano.

El 17 de junio tendrá lugar la luna llena. En la cultura popular, es conocida como la luna de la fresa, denominada así por ser la época del año para recoger la fruta madura. Esta luna llena será, además, una luna azul. No porque su aspecto vaya a cambiar. La denominación se utiliza cuando se producen dos lunas llenas en un mismo mes o, como en este caso, cuatro lunas llenas en una misma estación. Será la última luna llena de la primavera.

Porque, el 21 de junio, daremos la bienvenida al solsticio de junio. Marca la llegada del verano al hemisferio norte y la llegada del invierno al hemisferio sur. Es el día más largo (y la noche más corta) del año. Para rematar el mes, podremos observar de nuevo a Mercurio. En esta ocasión, será visible cerca del horizonte poco después de la puesta de Sol. Aunque ver el planeta más cercano a nuestra estrella no es una tarea fácil.

Julio

El mes de julio arrancará con nuevos fenómenos astronómicos, un eclipse solar total que será visible en el centro y sur de Chile y Argentina, y que será parcial en gran parte de Sudamérica. El 9 de julio tendremos una cita con Saturno, que se encontrará en oposición, ofreciéndonos una gran oportunidad para su observación. El 16 de julio llegará la luna llena, popularmente conocida como la luna del ciervo, por ser esta la época del año en que renuevan sus cornamentas.

Esa misma noche, el 16 de julio, también tendrá lugar un eclipse parcial de luna. En España (tanto Península Ibérica como Canarias) podremos disfrutarlo casi en su totalidad, ya que solo nos perderemos los primeros minutos de la fase penumbral. En esta ocasión, sin embargo, no se tratará de un eclipse total. La fase de eclipse parcial durará, aproximadamente, desde las 22:00 (hora peninsular) hasta la 1:00 de la madrugada.

El 16 de julio, también tendrá lugar un eclipse parcial de luna que podremos disfrutarlo casi en su totalidad

El mes de julio se despedirá con la lluvia de las Delta Acuáridas. La radiante se encuentra en la constelación de Acuario. Aunque no es una lluvia excesivamente activa, este año será una buena oportunidad para observarla porque el pico, que se producirá en la noche del 28 al 29 de julio, tendrá lugar con la luna en fase menguante. Por lo que no supondrá un problema para poder observar los meteoros más tenues.

Agosto y septiembre

El 9 de agosto tendremos a Mercurio en una buena posición para observarlo en el cielo poco antes del amanecer. Pero la gran cita del verano, como cada año, será la lluvia de las Perseidas. El pico se producirá en la madrugada del 12 al 13 de agosto. Este año, la luna se encontrará muy cerca de llegar a la fase de luna llena, por lo que su brillo tapará los meteoros más tenues. Por suerte, las Perseidas destacan, precisamente, por producir gran cantidad de meteoros brillantes.

El 15 de agosto tendrá lugar la luna llena, popularmente conocida como la luna del esturión, por ser esta la época del año en la que es más fácil pescarlos. Y será otra luna llena la que nos dé la bienvenida a los fenómenos de septiembre. El 14 de ese mes tendrá lugar la última luna llena del verano, popularmente conocida como la luna de la cosecha, por ser esta la luna más cercana al equinoccio de septiembre.

El nombre hace referencia, además, al hecho de que se aprovecha la luz de la luna para alargar las horas de recogida del grano sembrado durante los meses anteriores. En ocasiones se la conoce, alternativamente, como luna del maíz (cuando la de octubre es la más cercana al equinoccio), haciendo referencia a que esta es la época del año en la que se suele recoger este grano. El 23 de septiembre tendrá lugar el equinoccio, que marcará la llegada del otoño al hemisferio norte y la primavera al hemisferio sur.

Octubre

En el mes de octubre podremos disfrutar de dos lluvias de estrellas. Las Dracónidas serán, además, nuestra primera cita del mes. Es una lluvia de poca actividad pero que, este año, se verá favorecida por la presencia de la luna en fase de cuarto creciente. Además, las Dracónidas destacan por tener sus mejores horas de observación en las horas posteriores al atardecer, en lugar de en la madrugada. La radiante de esta lluvia se encuentra en la constelación de Draco.

El 13 de octubre llegará la luna llena. Es popularmente conocida como la luna del cazador, por ser esta la época del año más propicia para la caza de animales. Ya el 20 de octubre, Mercurio volverá a encontrarse en una buena posición para su observación en el cielo tras el atardecer. Todo apunta a que será la mejor oportunidad que tendremos en 2019 para observar el planeta poco después de la puesta de Sol, ya que estará relativamente alto en el horizonte.

El mes de octubre se despedirá con la lluvia de estrellas de las Oriónidas, que tendrá su pico de actividad en la madrugada del 21 al 22 de octubre. Es una lluvia de actividad reducida, que alcanza unos 20 meteoros por hora. Es el producto del polvo dejado tras de sí por el cometa Halley. La luna se encontrará en fase de cuarto menguante y oscurecerá algunos de los meteros más tenues. Sin embargo, esta lluvia destaca por producir algunos meteoros bastante brillantes

Noviembre

El penúltimo mes de 2019 nos traerá varios fenómenos muy interesantes. En la noche del 5 al 6 de noviembre se producirá el pico de actividad de las Táuridas. Es una lluvia de meteoros de muy poca actividad pero muy larga. La luna se encontrará en fase de cuarto creciente y, por tanto, no supondrá un problema para observar los meteoros más tenues. Pero la cita más interesante se producirá el 11 de noviembre, cuando Mercurio pasará por delante de la superficie del Sol.

El fenómeno podrá observarse con ayuda de un telescopio que esté equipado con los filtros solares adecuados. Es un fenómeno que ocurre con poca frecuencia y del que no podremos volver a disfrutar hasta 2039. Será visible, durante el atardecer, en todo el territorio español. El 12 de noviembre tendrá lugar la luna llena. Es popularmente conocida como la luna del castor, por ser esta la época del año en el que se colocaban trampas para cazarlos y asegurar una fuente de pieles para el invierno.

En la madrugada del 17 al 18 de noviembre, tendremos una nueva cita con las Leónidas. Se trata de una lluvia de poca actividad que destaca porque, cada 33 años, aproximadamente, experimenta un gran aumento de actividad. No será en esta ocasión, ya que la última fue en 2001. El 24 de noviembre, podremos disfrutar de una conjunción entre Venus y Júpiter en el cielo tras el atardecer. Y, finalmente, el 28 de noviembre, Mercurio será visible en el horizonte poco antes del amanecer.

Diciembre

El último mes de 2019 se despedirá a lo grande. El día 12 de diciembre tendrá lugar la última luna llena del año. Es popularmente conocida como la luna fría, por ser esta la época del año con las noches más largas y frías del hemisferio norte. En la madrugada del 13 al 14 podremos disfrutar de nuestra cita anual con las Gemínidas. Una lluvia de estrellas muy activa que, este año, se verá afectada por la presencia de nuestro satélite, que ocultará los meteoros más tenues durante toda la madrugada.

El 22 de diciembre tendrá lugar el solsticio de diciembre. Marcará la llegada del invierno al hemisferio norte y la llegada del verano al hemisferio sur. En la madrugada del 21 al 22 de diciembre, además, podremos observar las Úrsidas, una lluvia de estrellas menor que, en esta ocasión, no se verá muy afectada por la presencia de la luna, ya que se encontrará en fase de cuarto menguante. Pero no será la última cita con el firmamento en 2019.

Porque el 26 de diciembre tendrá lugar un eclipse anular. Será el 5º eclipse del año y se podrá observar en gran parte de Asia. En esta ocasión, la Luna estará demasiado lejos de la Tierra como para llegar a cubrir por completo el disco de nuestra estrella. De modo que no será posible observar, por ejemplo, la corona solar. En cualquier caso, por delante tenemos 365 días en los que nos esperan grandes citas de fenómenos astronómicos con el firmamento. ¡Feliz 2019!

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