Cómo diferenciar una gripe de un resfriado común

Javier Vegas

Javier Vegas

Estos son los síntomas que describen un cuadro gripal para evitar confusiones con un resfriado común. Descubre cuáles son.

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Con las bajas temperaturas del otoño – invierno, también llegan los resfriados, los constipados y las gripes. Unas dolencias que muchas personas confunden. Sin embargo, si prestamos un poco atención a los síntomas que sufre el paciente podemos diferenciar con relativa facilidad.

“Distinguir entre gripe y resfriado es una cuestión importante. Si una persona se levanta mañana, le molesta la garganta, moquea, tiene febrícula, se encuentra mal y tose, automáticamente el diagnóstico que se realiza es “ya cogí la gripe”. Pero no es así”, detalla a Clima.com Amos José García Rojas, Presidente de la Asociación de Vacunología, de España.

Las dos son afecciones típicas del invierno pero un proceso gripal tiene unas características propias. “Una gripe es un cuadro caracterizado por fiebre alta por encima de 38 grados, dolores articulares intensos, tos seca, y sobre todo unas ganas absolutamente desesperadas de buscar una cama para descansar”, enumera García Rojas.

Por contra, en un resfriado común, a pesar de que puede tener algunos de síntomas parecidos, su intensidad es mucho menor. “Un resfriado suele ser un cuadro que incluso no te impide que tengas la posibilidad de desarrollar normalmente. Es algo molesto pero puedes ir a trabajar, o puedas estar en tu ámbito habitual de vida”, explica el experto.

Contagio y propagación

Además, hay que destacar que un resfriado viene provocado habitualmente por una leve bajada de las defensas, principalmente por causa del frío, los constantes cambios de temperaturas entre espacios abiertos y espacios cerrados durante el primer trimestre del año. Sin embargo, la gripe es un virus que se contagia y que afecta desde finales del mes de octubre hasta marzo.

En esta línea, un reciente estudio, realizado por la Universidad de Maryland en EE.UU. describe que la capacidad de propagación del virus influenza (la gripe) es más fuerte de lo que se pensaba. Los expertos detallan que, además de los contagios típicos por la exposición a estornudos o toses de otros enfermos, el virus de la gripe puede transmitirse simplemente por la respiración.

«Descubrimos que los casos de gripe contaminaban el aire que los rodeaba con virus infecciosos simplemente al respirar, sin toser ni estornudar», subraya Donald Milton, autor principal de este estudio. «Las personas con gripe generan aerosoles infecciosos (pequeñas gotas que permanecen suspendidas en el aire durante mucho tiempo) incluso cuando no están tosiendo, y especialmente durante los primeros días de la enfermedad. Por lo tanto, cuando alguien contrae la influenza, debe irse a casa y no permanecer en el lugar de trabajo e infectar a otros «, defiende Milton como medida preventiva.

 

Tratamiento de la gripe

Según los expertos consultados, el tratamiento de la gripe, salvo en los casos en los que el paciente presente o pertenezca a un grupo de riesgo , es muy simple: principalmente hidratación, reposo y algún antitérmico.

“Si padecemos una gripe, lo primero es no usar antibiótico. Porque los antibióticos no hacen absolutamente nada en relación a la gripe ya que es un virus. En ocasiones es verdad que se pueden prescribir antibióticos en el contexto de una gripe pero es porque la gripe se ha acompañado de una afección bacteriana”, detalla el García Rojas, el presidente de la Asociación Española de Vacunología.

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El experto recuerda que lo fundamental, en los casos leves que son la inmensa mayoría, es el descanso. “El tratamiento es sobretodo el reposo en casa y una buena hidratación. Y en todo caso algún tratamiento sintomático por ejemplo si sube la fiebre tomar algún antitérmico. Pero nunca antibióticos”, alega García Rojas.

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