Estudian nombrar las olas de calor: ¿Es o no una buena idea?

Irene Sans

Irene Sans

Sería como los huracanes, pero por calor en vez de vientos. Ola de calor «Pedro» o «Patricia» ¿Por qué deberíamos nombrar las olas de calor? ¿Qué tan difícil sería?

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Imaginemos que en plena primavera llegue la ola de calor Ana, o Antonio. Esto pudiese pasar si las entidades en varias regiones del mundo llegan a un acuerdo para nombrar las olas de calor.

El calor se ha convertido en la mayor amenaza relacionada con el tiempo del mundo. Cada año mueren alrededor de 5 millones de personas por calor. Mientras más episodios de calor extremo sigan ocurriendo, más muertes habrá. Si esta lloviendo sabemos que nos mojaremos y llevamos el paraguas, pero hay días que pueden comenzar agradables y el calor se intensifica a niveles insoportables. Las olas de calor no dejan destrucción visible, como lo haría un tornado, tormenta tropical o huracán. Por esta razón, a las olas de calor se les conoce como el matador silencioso.

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Grecia impulsó una propuesta para comenzar a darle nombre a las olas de calor, después de todo Atenas es la ciudad más cálida de Europa y ha enfrentado muchos episodios de calor extremo u olas de calor. Esta propuesta le ha gustado a otras entidades del hemisferio oriental y pudiese estar ganando más interés para convertirse en una realidad.

Cada vez hablamos más sobre calor extremo y parece que ocurren con más frecuencia, sin importar la temporada del año, matando a millones de personas cada año.

¿Por qué sería bueno nombrar olas de calor?

Se le dan nombres desde la década de los 50 a los ciclones tropicales del Atlántico para resaltar su importancia. Cuando una perturbación ya puede causar daños significativos, como lo es una tormenta tropical, ahí se les da un nombre. Esto se hace para resaltar la importancia y tener un récord organizado sobre cuál ciclón causo daños en tal lugar y cuando. Todos los que vivimos en un lugar que ha sido impactado por un ciclón recordamos el nombre de huracán, fácilmente.

Si se nombrasen las olas de calor, como los huracanes, quizás las personas estarían más atentos a seguir precauciones para mantenerse a salvo.

¿Sería simple o complicado?

Depende. Según su definición, una ola de calor es un período de tiempo excesivamente caluroso, que puede ir acompañado de alta humedad, especialmente en países de clima oceánico. Pero esa es la definición general. Las normas de clasificar un evento caluroso como una ola de calor, dependerá del clima (condiciones relativas al promedio para la temporada) de dicha zona.

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Por ejemplo, una ola de calor en Miami, Florida seria muy diferente a una ola de calor en Nueva York. Ya que Miami por lo general tiene un clima caluroso y húmedo durante gran parte del año. Pero en Nueva York, las estaciones son más marcadas, y el clima varía mucho entre estación y estación.

Algo similar ocurriría si comparamos unos 35 grados en Buenos Aires, lo que ha ocurrido muchas veces y 35 grados en Bariloche (ocurrida una vez en 2019) o 35 en Ciudad de México o Cancún, donde 35 grados se marcan casi todos los días en verano. Una definición general no serviría para ambas ciudades. La gran diferencia de las normas para clasificarlas sería muy complejo y un país pudiese tener docenas de normas en total para clasificar cada ola de calor en cada zona.

En los Estados Unidos, el Servicio Nacional de Meteorología está compuesto por 6 regiones y hay 122 oficinas. Cada oficina tiene un criterio diferente y normas a seguir para declarar una ola de calor. Sería imposible tener un criterio igual, aun en una zona más, como por ejemplo entre Miami y Orlando por la diferencia de climas que hay entre ambas ciudades. Nombrar las olas de calor sería a un nivel tan pequeño que simplemente no serviría y crearía más confusion.

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También, debemos preguntarnos: ¿Quién estaría a cargo de nombrarlas? ¿Los servicios nacionales de meteorológicas de cada país? ¿Gobernantes de estados o provincias? ¿Autoridades de cada ciudad? ¿Los medios de comunicación?

Sea quien sea, tiene que haber un acuerdo entre todas las entidades en conjunto, con la meta de informar al público, para prevenir mala información y muertes. ¿Qué opina usted? Se deberían nombrar las olas de calor?