El plan de la NASA para volver a la Luna

Javier Vegas

Javier Vegas

La NASA quiere regresar a la superficie de la luna en 2024 con el programa Artemisa y un plazo más que ambicioso.

VIDEO. ¿CUÁNTO SE TARDA EN LLEGAR A LA LUNA?
El año 2024 está marcado en rojo en el calendario de la NASA. La agencia estadounidense quiere regresar a la superficie de nuestro satélite para ese entonces. Es un objetivo muy ambicioso para el que tendrá que recurrir, como pasase con el programa Apolo, a toda la ayuda que pueda obtener.

El programa Artemisa

En mayo de 2019, la NASA anunció su intención de regresar a la Luna en 2024. El plazo es muy ambicioso, tan solo 5 años para llevar a cabo algo que no se ha repetido desde hace más de 4 décadas (y serán 5 en el momento en el que se lleve a cabo ese regreso). La situación de la agencia espacial es muy diferente, además, a la de aquella época. El presupuesto que tiene en la actualidad es muy inferior, proporcionalmente, al que recibió durante el programa Apolo. En aquellos años llegó a recibir el 4% del presupuesto total de EE. UU. Hoy en día es solo un 0,5%.
Logo del programa Artemisa, con el que la NASA quiere regresar a la Luna en 2024. Crédito: NASA
Es una cifra muy alejada de lo necesario para poder enfrentarse a una campaña de estas características. No estamos, además, ante una repetición del programa Apolo. El objetivo en esta ocasión no es simplemente visitar su superficie durante unos días y regresar a la Tierra. Se busca que la Luna se convierta en un lugar mucho más familiar en nuestro día a día (en cuanto a actividades aeroespaciales se refiere). El objetivo es que se vaya a nuestro satélite con la intención de que la estancia se convierta, más pronto que tarde, en permanente.
El objetivo es que se vaya a nuestro satélite con la intención de que la estancia se convierta, más pronto que tarde, en permanente.
Si bien es cierto que esa estancia permanente forma parte de un segundo objetivo para el que el plazo es un poco más largo. En 2024 se quiere regresar, con la visita de un hombre y la primera mujer que camine sobre la superficie de nuestro satélite. VER MÁS. ¿DE QUÉ ESTÁ HECHA LA ATMÓSFERA? En 2028, se busca conseguir tener una presencia estable en la Luna. Dicho de otra manera, tener algo lo más parecido posible a una base lunar. Si bien la mayor parte de las operaciones se llevarán a cabo desde la Plataforma Orbital Lunar (también llamada, hasta hace poco, Portal de Espacio Profundo).

Una campaña que la NASA no puede afrontar sola

Toda esta misión ha sido bautizada por NASA como programa Artemisa (en la mitología griega, era la hermana gemela de Apolo). A día de hoy, solo podemos imaginar cómo será el escenario que se está planteando. La Plataforma Orbital Lunar, sin ir más lejos, será una estación espacial, sucesora de la Estación Espacial Internacional, que estará en órbita alrededor del satélite y que servirá como centro de operaciones. Desde allí se podrá viajar a la superficie del satélite, será un centro de comunicaciones, albergará róvers…
La Estación Espacial Internacional. Crédito: NASA
A largo plazo, incluso, se ha planteado que se podría utilizar como lugar de lanzamiento para misiones a otras regiones del Sistema Solar. Una misión con rumbo a Marte, por ejemplo, necesitaría menos combustible al partir desde la Plataforma Orbital Lunar que desde la superficie de la Tierra. El proyecto cuenta con la participación de otras agencias como la ESA (Agencia Espacial Europea), Roscosmos (Rusia) o JAXA (Japón). Su construcción debería empezar en la década de 2020. Pero es solo una parte de un gran rompecabezas.
Se podría utilizar como lugar de lanzamiento para misiones a otras regiones del Sistema Solar
La NASA quiere volver a depender, en la medida que le sea posible, de las operaciones en su propio territorio. En la actualidad, los lanzamientos de astronautas estadounidenses (y de otras nacionalidades) se hace con la ayuda de Rusia y sus naves Soyuz. Con el programa Artemisa, quieren que sean las compañías de EE. UU. (como Boeing o SpaceX) las que ayuden a alcanzar la órbita a sus propios astronautas. La propia agencia está trabajando en sus nuevos cohetes. Se trata del SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial), que será el cohete más potente diseñado.

Muchas cuestiones en el aire

Ese sistema, el SLS, es una de las herramientas principales para poder construir la Plataforma Lunar Orbital. Si, por lo que fuese, no se cumpliesen los plazos para su entrada en funcionamiento, deberían recurrir a cohetes de empresas privadas (como podría ser el cohete Falcon Heavy o el próximo Starship, de SpaceX). Para conseguir cumplir los plazos propuestos, la agencia tendrá que trabajar en diferentes campos de forma simultánea. Incluso la visita en 2024, aunque fuese muy similar a la del programa Apolo, es muy complicada.
Concepto artístico de Starship en una base lunar. Crédito: SpaceX
Cinco años no es mucho tiempo para poner todo en funcionamiento. El SLS, sin ir más lejos, todavía no ha comenzado sus pruebas. Para 2028, la perspectiva no es mucho mejor. Hará falta la colaboración del sector privado, imprescindible para poder conseguir, por ejemplo, que la Plataforma Orbital Lunar sea una realidad para esas fechas. También hay mucho que cubrir en el campo científico. Porque hace falta entender bien cómo se adapta el ser humano a una estancia muy prolongada en la Luna, lejos del entorno protector de la Tierra. ¿Cómo se comporta nuestro sistema inmune en un sistema de microgravedad? ¿Cómo afecta a nuestra capacidad, cerebral y física, el descanso en un entorno de gravedad baja? Es, todavía, un campo activo de estudio. Pero, más allá de las dudas que se pueda generar por los plazos planteados, el programa Artemisa, si llega a materializarse, podría dejarnos avances muy interesantes en muchas áreas. Y, quizá, ser el primer paso para que nuestra civilización, en las próximas décadas, se convierta en una sociedad interplanetaria… ¿CÓMO ES EL CLIMA EN MARTE?