¿Por qué se echa sal a la nieve y hielo?

Javier Vegas

Javier Vegas

Cuando llega el invierno y el frío, se esparce sal para que se derrita el hielo y nieve, ¿Por qué ocurre?

VIDEO. ¿POR QUÉ SE ECHA SAL A LA NIEVE?

Una de las estampas más habituales del invierno es ver a las máquinas quitanieves echar sal a la nieve o hielo para derretirlo. ¿Sabías cuál es la razón científica y por qué es tan eficaz?

Antes de nada debemos conocer que el hielo se forma cuando la temperatura ambiental baja de los 0ºC. Sin embargo, cuando mezclamos la sal (NaCl) y el agua (H2O) se produce una reacción química.

MÁS. ¿POR QUÉ RESBALA TANTO EL HIELO?

Cuando la sal se disuelve en el agua del hielo o nieve los iones de sodio (positivo) y de cloro (negativo) flotan, y uno atrae al hidrógeno y el otro al oxígeno. De esta forma se bloquean los puentes de hidrógeno y permite que el agua no se solidifique.

En condiciones muy favorables la sal puede llegar a descender el punto de congelación hasta los -21ºC.

Por ejemplo, con tan solo un 10% de sal en el agua, el punto de congelación desciende hasta unos -6ºC aproximadamente, mientras que si añadimos mayor cantidad, más baja será la temperatura necesaria para lograr la congelación. En condiciones muy favorables la sal puede llegar a descender el punto de congelación hasta los -21ºC.

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MÁS. ¿QUÉ PASARÍA SI SE DERRITIERA TODO EL HIELO DEL PLANETA?

Esta es la causa de que las carreteras se llenen de sal durante el invierno. De hecho, es aun más eficaz esparcir la sal cuando todavía no hay hielo, es decir, mediante una anticipación a las heladas. Si la esparcimos posteriormente a la nevada o al hielo el efecto será el mismo, aunque el tiempo necesario será mayor.

Un problema para el medio ambiente

A priori echar sal en el hielo y nieve parece que tiene solo ventajas, sin embargo, tiene un gran coste ambiental. La sal eleva los niveles del cloro y sodio del agua en nuestras aceras y carreteras, terminando en la tierra y como sustrato de las plantas.

En algunos países ya está prohibido utilizar sal y se han buscado otras alternativas como la urea, el jugo de remolacha, o el acetato de potasio. El problema es que el coste también es mayor frente a la sal.

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