¿Tengo gripe o alergia? Consejos para diferenciarlo

Javier Vegas

Javier Vegas

¿Sabes diferenciar la gripe de una alergia?

VÍDEO: INFUSIONES CASERAS PARA LA GRIPE Y LOS RESFRIADOS

Los pañuelos son un elemento indispensable para muchos ciudadanos en esta época. El cuadro de una alergia a pólenes común, como puede ser a las crupresáceas o las gramíneas, se caracteriza por un enrojecimiento ocular, lagrimeo, picor local en las mucosas nasales y estornudos. “Los pólenes al aterrizar en la conjuntiva ocular y/o mucosa nasal, causan además congestión y destilación nasal que con frecuencia dificulta el descanso nocturno y concentración”, señala a Clima.com el doctor Javier Subiza, experto alergólogo.

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Todos ellos son unos síntomas que pueden darse en cierta medida en un proceso gripal pero existen unas diferencias claras: los picos de temperatura y la tos seca. “Una gripe es un cuadro caracterizado por fiebre alta por encima de 38 grados, dolores articulares intensos, tos seca, y sobre todo unas ganas absolutamente desesperadas de buscar una cama para descansar”, destaca Amos José García Rojas, Presidente de la Asociación de Vacunología.

alergia al frío

Foto: eldiariodelanena.com

Diferencias notables

Entre las principales diferencias hay que destacar que mientras que la gripe es un virus que se contagia y se propaga, especialmente durante el otoño e invierno, las alergias suponen unas alteraciones en el aparato respiratorio,  irritación en los ojos y las mucosas como consecuencia de una exposición a pólenes.

“Una alergia común se diferencia de un proceso gripal o de un catarro en que la alergia nunca cursa fiebre, se prolonga durante más de una semana, se acompaña de un pico ocular y empeora al salir a la calle, al campo y en los días soleados”, desglosa el doctor Javier Subiza.

resfriado y alergia

Las alergias interreactivas

Una persona alérgica al polen es propensa a tener asma, lo que puede agravar los síntomas. El polen presente en el aire puede depositarse en la piel, los ojos, la nariz y los bronquios, y así provocar síntomas tales como:

  • estornudos
  • picazón, obstrucción o secreción nasal
  • enrojecimiento y lagrimeo de los ojos
  • dificultades respiratorias.

La mayoría de las personas alérgicas al polen son sensibles a diferentes tipos de pólenes y también pueden tener reacciones alérgicas a algunos alimentos que contienen proteínas similares. Esas reacciones son conocidas como «alergias interreactivas». Un ejemplo muy claro es el caso de la interreactividad entre el polen de abedul y la manzana.

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