Meteopedia

Tormenta tropical

¿Qué es una tormenta tropical y cuáles son sus características?

Se conoce como «tormenta tropical» a un área de bajas presiones con características tropicales, donde los vientos sostenidos alcanzan una intensidad entre los 63 y 118 km/h, con ráfagas mayores (sin llegar a la categoría de huracán).

Debido a sus particularidades, y al impacto que pueden tener, reciben un nombre propio durante su fase evolutiva, que depende mayormente del orden de aparición anual.

A diferencia de los ciclones extratropicales o «borrascas», las tormentas tropicales se caracterizan por tener un núcleo cálido (en vez de frío). En estos sistemas, la convección se concentra alrededor del centro, con bandas nubosas exteriores (en forma de espiral) que generan abundantes precipitaciones. Por otra parte, el área central suele ser una pequeña región de calma, con escasa nubosidad y viento prácticamente nulo, denominada «ojo de la tormenta».

Las tormentas tropicales pueden generar fuertes precipitaciones, ráfagas de viento muy intensas y un gran oleaje. Incluso, en ocasiones, pueden dar lugar a una pequeña marejada ciclónica (subida del nivel del mar). De todas formas, este fenómeno no llega a ser tan peligroso como un huracán.

Condiciones necesarias para su formación

Como cualquier otro tipo de ciclón tropical, las tormentas tropicales se desarrollan mayormente en regiones intertropicales, sobre superficies de agua cálida, cuando se combinan determinadas condiciones atmosféricas (principalmente una baja cortante del viento y alta humedad relativa en niveles bajos y medios) con una débil perturbación en superficie, en formación o ya formada.

Por otra parte, para el desarrollo de una tormenta tropical se necesita un gran aporte de energía. Esta se consigue gracias a las altas temperaturas del océano, que permiten la evaporación de agua en grandes cantidades, y, posteriormente, una condensación de aire húmedo muy significativa. Esto último, a su vez, produce una importante liberación de calor latente alrededor del centro de la tormenta, que funciona como “combustible”.

Una vez que el ciclón adquiere las características de los sistemas tropicales, se desplaza sobre el océano. En algunas ocasiones, si las condiciones atmosféricas son propicias, puede llegar a intensificarse hasta alcanzar la categoría de huracán.

En la mayoría de los casos, se debilitan rápidamente al tocar tierra. En consecuencia, sus efectos suelen ser más notorios en zonas costeras que en regiones interiores.

¿En qué se diferencian de un huracán?

Si bien los dos fenómenos pertenecen a la familia de ciclones tropicales, la categoría de huracán se alcanza a partir de cierto umbral que la tormenta tropical no logra cruzar. 

Los huracanes se caracterizan por una mayor virulencia, con vientos sostenidos que sobrepasan los 118 km/h. En consecuencia, su impacto también es mayor que el de las tormentas tropicales, con daños más significativos y marejadas ciclónicas de mayor magnitud.

¿Son lo mismo que las depresiones tropicales?

Las depresiones tropicales y las tormentas tropicales son distintos tipos de ciclones tropicales. En resumidas cuentas, las depresiones tropicales son sistemas más débiles y con menor potencial destructivo que las tormentas tropicales. De hecho, se ubican en el nivel más bajo de la escala de Saffir-Simpson, ya que generan vientos sostenidos inferiores a los 63 km/h.

Hay que tener presente que, debido al cambio climático, es posible que estos fenómenos puedan aparecer en regiones donde actualmente no son tan habituales, principalmente como consecuencia del aumento de la temperatura superficial del océano.