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Meteoro

¿Qué es un meteoro en meteorología?

El término «meteoro» se utiliza tanto en el campo de la meteorología como en el de astronomía, y en cada caso hace referencia a fenómenos distintos.

En meteorología, hablamos de meteoros para referirnos a todos los fenómenos físicos de origen natural que pueden suceder en cualquiera de los niveles de la atmósfera, ya sean partículas en suspensión, los diferentes tipos de precipitación, el depósito de partículas líquidas o sólidas sobre la superficie, las manifestaciones ópticas o la actividad eléctrica, entre otros. De hecho, se puede decir que la meteorología es la ciencia que estudia los meteoros, o, en otras palabras, todos los fenómenos que tienen lugar en la atmósfera terrestre.

Por otra parte, la palabra “meteoro” tiene un significado distinto en la astronomía, aunque está bastante ligado a la concepción meteorológica.

¿Qué es un meteoro en astronomía?

En su uso astronómico, el término meteoro se refiere al fenómeno luminoso que se produce cuando cualquier objeto proveniente del espacio exterior («meteoroide») ingresa en nuestra atmósfera a gran velocidad. Esto genera un importante calentamiento en la superficie del cuerpo ingresante, debido a la fricción con la atmósfera. En consecuencia, por el aumento de la temperatura, el aire a su alrededor experimenta una ionización, que es finalmente la causa del rastro lumínico que se puede observar en este tipo de eventos. 

Los meteoros se originan en la atmósfera superior, a una altitud entre los 85 y 115 km aproximadamente, en la ionosfera. Es un fenómeno bastante frecuente, y por lo general puede observarse a simple vista. De hecho, en una noche oscura y despejada, se estima que pueden observarse sin ayuda de instrumentos hasta 10 meteoros por hora aproximadamente, en intervalos irregulares. Aún más, hay épocas del año donde pueden llegar a observarse entre 10 y 60 meteoros por hora, siempre y cuando las condiciones sean propicias. Estos eventos se conocen alrededor del mundo como “lluvias de estrellas”, y se deben a la desintegración de un cometa en múltiples objetos que ingresan a nuestra atmósfera, convirtiéndose cada uno en un meteoro distinto.

Por lo general, fuera del ámbito científico, se suele denominar coloquialmente a los meteoros con el nombre de “estrella fugaz”.

La contaminación lumínica propia de las grandes ciudades dificulta mucho la observación de meteoros, por eso, para poder verlos, se recomienda alejarse de los centros urbanos. No obstante, el brillo de nuestra luna (sobre todo si es “luna llena”) también puede impedirnos la observación de meteoros.

Por último, se llama “bólidos” a aquellos meteoros cuya luminosidad resulta superior a la de Venus (el astro o cuerpo celeste más brillante que podemos apreciar en el cielo sin contar el Sol y nuestra luna). Luego, como regla general, si un bólido es más brillante que la luna, se estima que el objeto ingresante podrá sobrevivir a todo su trayecto a través de la atmósfera, sin desintegrarse por la fricción, hasta llegar a la superficie terrestre. Si eso ocurre, recibirá el nombre de «meteorito».

Diferencia entre meteorito, meteoro y meteoroide

Si bien el ingreso de un objeto del espacio exterior a nuestra atmósfera puede entenderse como un único suceso, en astronomía se distinguen diferentes aspectos del mismo:

  • Meteoroide: Es el nombre que recibe un objeto proveniente del espacio exterior cuando ingresa a nuestra atmósfera. Se consideran cuerpos menores del sistema solar, generalmente trozos de asteroides o cometas que orbitan muy cerca de la Tierra (aunque también pueden provenir de la Luna o Marte), con un diámetro que puede ir desde los 100 micrones hasta los 50 metros. Si el tamaño del objeto es menor a los 100 micrones, se considera “polvo cósmico”.
  • Meteoro: Es el rastro luminoso que deja un meteoroide cuando cae a través de la atmósfera. Se produce por la fricción entre el objeto y el aire, y ocurre por encima de los 85 km de altitud aproximadamente. Esto genera un calentamiento y una ionización de las moléculas presentes en el aire, lo que resulta en el efecto lumínico que llamamos meteoro.
  • Meteorito: Es el nombre que recibe un objeto proveniente del espacio exterior cuando, después de atravesar la atmósfera, consigue llegar a la superficie terrestre. En otras palabras, un meteorito es un meteoroide que logró recorrer todas las capas de la atmósfera sin desintegrarse.

¿Qué es un meteoro para niños?

Si pensamos una definición más adecuada para un niño, podemos decir que, en meteorología, los meteoros son todos los fenómenos que ocurren en la atmósfera, como la lluvia, los rayos o los arcoíris. En cambio, en astronomía, los meteoros son “bolas” de luz que se forman cuando un trozo de cometa o asteroide se desprende y cae a la atmósfera de nuestro planeta, quemándose y generando el destello.

Composición de un meteoro

En términos meteorológicos, queda claro que los meteoros se componen de sustancias que están presentes en la atmósfera, o bien, se originan por procesos que involucran a algunas de esas sustancias y, en ocasiones, a la luz solar. Más específicamente, en su gran mayoría, los meteoros pueden estar compuestos por agua líquida o sólida (hidrometeoros), por partículas sólidas provenientes de la superficie (como polvo, sales marinas, etc) o ser un manifiesto óptico o eléctrico de procesos físicos que ocurren en el aire.

Por otra parte, para hablar de la composición de un meteoro en términos astronómicos, debemos referirnos a la composición química del meteoroide, es decir, del objeto sólido que ingresa a la atmósfera. 

Teniendo en cuenta sólo a aquellos que llegan a la superficie, es decir, a lo meteoritos, podemos decir que el 86% de estos están compuestos por minerales rocosos puros (condritas), mientras que cerca de un 8% están formados por minerales rocosos ígneos o transformados (acondritas). Por último, un 5% de los meteoritos se componen de metales como la kamacita y la taenita, y el 1% restante tiene una composición intermedia metálico-pedregosa.

En cualquiera de los dos casos, ya sea para la meteorología o la astronomía, la composición de los meteoros permite clasificarlos en diferentes tipos. 

Tipos de meteoros

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los meteoros pueden clasificarse en:

  • Hidrometeoros (o meteoros acuosos): Son meteoros formados por agua líquida o sólida. Según sus características más específicas, pueden clasificarse en distintas categorías.
  • Partículas acuosas suspendidas en la atmósfera: Nubes, nieblas, neblinas, niebla helada.
  • Precipitación: Lluvias, lloviznas, lluvia engelante, chubascos, granizo, nieve, aguanieve, graupel.
  • Depósito de partículas: Helada, rocío, escarcha, cencellada.
  • Partículas levantadas por el viento: Ventiscas, rociones de las olas.
  • Otros: Trombas, virgas.
  • Litometeoros (o meteoros de polvo): Son meteoros formados por partículas provenientes de la superficie terrestre. Pueden clasificarse en diferentes tipos.
  • Partículas suspendidas en la atmósfera: Calima, calima de polvo, humo.
  • Partículas levantadas por el viento: Ventiscas, tempestades, remolinos (de polvo o arena).
  • Fotometeoros: Son meteoros considerados ópticos o luminosos. Entre ellos se encuentran el arco iris, el halo solar o lunar, el arco circuncenital, el parhelio, la paraselene, la irisación de nubes, los espejismos, los anillos de Bishop, el centelleo, entre otros.
  • Electrometeoros: Son meteoros de origen eléctrico. Entre ellos encontramos las tormentas, los relámpagos, los rayos, las auroras, el fuego de San Telmo, entre otros.

Por otra parte, en astronomía se distinguen tres grandes tipos de meteoritos según su composición. Vale aclarar que no se clasifican según el fenómeno luminoso (meteoro), sino por los elementos que forman el objeto sólido. Los diferentes tipos son:

  • Ferrosos: También conocidos como “sideritos”, son objetos metálicos. Están compuestos de 90% hierro (Fe), 9% níquel (Ni) y 1% de otros elementos.
  • Rocosos: También conocidos como “aerolitos” o “lititos”, son objetos pedregosos. Están compuestos de silicatos livianos, similares a las piedras de la corteza terrestre. Si bien representan al tipo de meteoroide más común, una vez que llegan a la superficie no es fácil distinguirlos de las piedras terrestres. 
  • Ferrosos-Rocosos: Son objetos metálico-pedregosos. Presentan una composición intermedia entre los dos tipos anteriores.

Origen de los meteoros

En astronomía, el origen de los meteoros pudo ser demostrado recién en el año 1800, cuando estudiantes alemanes calcularon a qué altura aparecían en la atmósfera, y determinaron que el fenómeno tenía que estar asociado a objetos provenientes del espacio exterior.

Actualmente sabemos que los meteoroides (objetos sólidos que ingresan a la atmósfera) pueden tener diversos orígenes. Algunos pueden ser un remanente de la formación o destrucción de cuerpos celestes de mayor tamaño (cómo satélites o planetas), o fragmentos de asteroides, como los que abundan en el llamado “cinturón de asteroides” de nuestro sistema solar. También pueden deberse a los desprendimientos típicos de un cometa.

Una vez que se forman estos objetos, que más tarde ingresarán a nuestra atmósfera como meteoroides, suelen permanecer a la deriva o bien ser arrojados a grandes velocidades por el espacio, debido a grandes explosiones o algún fenómeno de efecto similar.

Distribución horaria de un meteoro

Actualmente sabemos que la cantidad de meteoros visibles en el transcurso de una noche, aumenta a medida que esta avanza. Más específicamente, se ha comprobado que hacia las seis de la mañana se puede esperar aproximadamente el doble de avistamientos que a las seis de la tarde, suponiendo las mejores condiciones para la observación.

Dado que los objetos que ingresan a la atmósfera y producen los meteoros pueden venir desde cualquier región del espacio, debemos tener en cuenta que en la tarde solo podremos observar a aquellos que tengan una trayectoria directa hacia la Tierra, y que se desplacen más rápido que ella. Mientras que por la madrugada podremos observar meteoros que provengan desde cualquier dirección.

¿A qué se llama “lluvia de meteoros”?

Las “lluvias de meteoros”, también conocidas como “lluvias de estrellas”, son un fenómeno caracterizado por el ingreso a la atmósfera de numerosos objetos desprendidos de un asteroide o cometa de mayor tamaño, que, debido a la fricción con el aire, se calientan y ionizan los gases a su alrededor, provocando la aparición de múltiples meteoros en el cielo.

Cuando esto ocurre, se observa un único recorrido luminoso compuesto por cada uno de los objetos que se desprenden del cuerpo mayor. Lo que finalmente vemos es una seguidilla de meteoros que recorren momentáneamente una parte del cielo en la misma dirección.

Las lluvias de meteoros suelen producirse todos los años. Las más famosas son:

  • Las oriónidas: Son bastante conocidas, ya que se deben a la estela de escombros dejada por el cometa Halley. Pueden verse a mediados de octubre.
  • Las cuadrántidas: Ocurren durante los primeros días de enero en el hemisferio norte.
  • Las líridas: Se observan a mediados de abril, cerca de la constelación de Lira.
  • Las perseidas: Mayormente ocurren entre mediados de julio y finales de agosto cerca de la constelación de Perseo.
  • Las dracónidas: Se producen generalmente durante los primeros días de octubre, y solo pueden verse desde el hemisferio norte o la franja ecuatorial.

¿Por qué son importantes los meteoritos?

La importancia de los meteoritos radica en que son una fuente de materiales extra planetarios, es decir, materiales que no son típicos de nuestro planeta. Por tal motivo, representan una gran oportunidad para realizar estudios científicos y obtener nuevos conocimientos.

Debido a que se originaron lejos de la Tierra, pueden contener elementos desconocidos o proporciones relativamente altas de elementos conocidos pero escasos en nuestro planeta.

El estudio de meteoritos nos puede permitir aprender más sobre los orígenes de nuestro universo y la formación de planetas, satélites y asteroides.

Algunos de los meteoritos más famosos de la historia son:

  • Meteorito Canyon Diablo: Es un meteorito metálico que impactó en nuestro planeta hace aproximadamente 50 mil años, y produjo el cráter Barringer. Sus fragmentos fueron usados por pueblos nativos americanos para fabricar armas.
  • Alan Hills 84001: Es un meteorito proveniente de Marte. Es recordado ya que algunos científicos creyeron haber encontrado en él un fósil de bacteria, lo que hubiera comprobado la existencia pasada de vida extraterrestre en dicho planeta.
  • Meteorito de Cape York: Es uno de los meteoritos metálicos más grandes de los que se tiene registros, con un peso de 582.000 kilogramos. Cayó en Groenlandia hace aproximadamente unos 10 mil años. Los pueblos inuir lo utilizaron como fuente de hierro.
  • Meteorito Allende: Impactó en nuestro planeta en el año 1969, en México. Luego de ser examinado, los científicos determinaron que contenía carbono y que se había formado 30 millones de años antes que la Tierra.