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Biosfera

¿Qué es la biosfera?

Es el subsistema terrestre constituido por el conjunto de los seres vivos y sus interrelaciones. En otras palabras, es el ecosistema global, que agrupa a todos los organismos de nuestro planeta y sus áreas de influencia.

La biosfera es uno de los componentes del sistema climático de la Tierra, y comprende cada espacio sólido, líquido y gaseoso donde puede hallarse cualquier forma de vida. Es decir, la biosfera contiene a todos los ecosistemas y organismos sin importar que se encuentren sobre o debajo la superficie terrestre, marítima o incluso en la atmósfera. Se constituye como sistema a partir de la aparición del primer organismo vivo, hace unos 3500 millones de años. Desde entonces, ha evolucionado ininterrumpidamente y se ha vuelto más compleja y diversa, a pesar de las diferentes extinciones masivas que han ocurrido en diferentes momentos de la historia de nuestro planeta.  

El término «biósfera» proviene del griego “bios” –vida–  y “sphaira” –esfera–, y refiere literalmente a la capa o “sub-esfera” del planeta donde se desarrolla la vida. Fue acuñado en 1875 por el geólogo Eduard Suess, pero no fue hasta 1920 que comenzó a popularizarse en el ámbito científico gracias al físico y matemático Vladimir I. Vernadsky, considerado uno de los padres de la ecología.

¿Cuáles son sus características?

La biomasa seca total de la biosfera ronda las 2,5 x 1012 toneladas, con la biomasa terrestre mayor a la marina. Dentro de la terrestre, la biomasa vegetal es entre 500 y 1000 veces mayor a la biomasa animal.

La concentración de biomasa más importante se ubica en las fronteras de los diferentes subsistemas climáticos: En los límites entre la hidrósfera y la atmósfera, entre la litosfera y la atmósfera, y entre entre la litosfera y la hidrosfera. 

Es difícil establecer dónde empieza y termina la biosfera, ya que no hay certeza de dónde se ubican los límites de la vida en el planeta. Aún así, algunos autores estiman lo siguiente: 

  • El límite superior en la atmósfera se encuentra entre los 15 y 20 km de altura. Esto se determina por la ubicación de la capa de ozono, ya que atrapa la radiación ultravioleta proveniente del sol, que es muy peligrosa para los seres vivos.
  • El límite inferior en la litosfera se encuentra entre los 3,5 y 7 km de profundidad. Esto se establece a partir de los niveles donde se alcanza la temperatura de transición del agua líquida a vapor (en el orden de los 100°C) y la temperatura de desnaturalización de las proteínas. Sin embargo, la existencia de organismos vivos está limitada mayormente a unos pocos metros de profundidad.
  • El límite inferior en la hidrosfera se encuentra entre los 10 y 11 km de profundidad, definido a partir del fondo de los océanos.

Por fuera de la biosfera, es decir, de estos límites, no hay vida. Si algo contiene vida, entonces es parte de la biosfera.

¿Qué organismos la forman?

Los organismos que componen la biosfera pertenecen a especies diferentes. Estos se distribuyen y ocupan el territorio de formas variadas: Algunos migran, otros invaden, o son más territoriales y defienden su hábitat. Actualmente existen más de  2 millones de especies conocidas.

La vida en la biosfera se interrelacciona mediante el «ciclo biótico», que resulta de la interacción entre tres categorías de organismos:

  • Organismos productores (plantas verdes que hacen la fotosíntesis y bacterias quimiosintéticas). Estos crean materia orgánica.
  • Organismos consumidores (animales carnívoros y herbívoros). Estos consumen materia orgánica.
  • Organismos descomponedores o reductores (hongos, bacterias y protozoos). Estos descomponen la materia orgánica muerta en sustancia mineral.

Todos ellos constituyen el grupo de los factores bióticos. Pero también existen factores abióticos, que se interaccionan con estos. Dentro de los factores abióticos encontramos el oxígeno, el agua, la luz solar, la temperatura, entre otros. El conjunto de ambos factores (bióticos y abióticos), constituye el «medio ambiente».

La sostenibilidad de la biósfera radica en el equilibrio existente entre los procesos de creación de materia (por los organismos autótrofos) y los procesos de transformación y destrucción (por los organismos heterótrofos).

La radiación solar es la fuente primaria de energía en la biosfera. Esta es absorbida por las plantas y algas, para ser transformada en energía química (mediante la fotosíntesis) y almacenada como glucosa y almidón. A su vez, estas sustancias serán consumidas por los animales y metabolizadas para obtener energía, que luego será utilizada en sus procesos biológicos.

Niveles de organización en la biosfera

Por lo general, los seres vivos no viven aislados, y la interacción con otros (y con los factores abióticos) resulta vital para su supervivencia. Por este motivo existen diferentes niveles de organización dentro de la biosfera, que se diferencian en función de las interacciones y el tamaño de los grupos. estos niveles son:

  • Población: Organismos de una misma especie que cohabitan en un mismo espacio y utilizan los mismos recursos para sobrevivir.
  • Comunidad: Cuando cohabitan dos o más poblaciones en el mismo espacio geográfico. Las poblaciones interactúan entre ellas y con el medio que les rodea.
  • Ecosistema: Es todo un sistema de vida equilibrado por la interacción entre las diferentes comunidades y los factores abióticos. Se define como el conjunto de factores bióticos y abióticos que interactúan entre sí en una determinada zona. Dentro del ecosistema, se conoce como «hábitat» el lugar donde vive una comunidad.

Función e importancia de la biosfera

La biosfera es un sistema único en el Sistema Solar. Su función principal es brindar condiciones favorables para la vida de todas las especies.

Por ejemplo, la flora continental altera la rugosidad del terreno, el albedo, la evaporación, la escorrentía y la capacidad de almacenar agua del suelo. En conjunto, todo influye en el balance radiativo del planeta. Además, la biosfera influye sobre el balance de dióxido de carbono atmosférico y oceánico (gracias al proceso fotosintético), y sobre la presencia de otros gases de efecto invernadero como el óxido nitroso y el metano. También es sensible a los cambios en el clima, mientras que, a su vez, provoca alteraciones climáticas (retroalimentación).

Degradación de la biósfera

Algunas actividades humanas contribuyen con el deterioro de diferentes ecosistemas y sus formas de vida. Esta degradación ambiental, o degradación de la biosfera, se debe en gran parte a la explotación desmedida de los recursos naturales y a la contaminación en todas sus formas conocidas.

Muchas de las prácticas humanas responsables de la degradación de la biosfera están asociadas al crecimiento urbanístico, al aumento de las actividades agrícolas, ganaderas y pesqueras, al transporte y a la industria. En su conjunto, estas prácticas han provocado la extinción de numerosas especies, tras alterar sus entornos naturales y por ende sus condiciones de vida.

Reservas de la biósfera

Son áreas del planeta reconocidas internacionalmente como zonas protegidas para la conservación de la biodiversidad. Son seleccionadas por un interés científico, ecológico, biológico o cultural, y por lo general son muy representativas de los diferentes tipos de hábitats en nuestro planeta.

La iniciativa nace en 1974, cuando la UNESCO, con el apoyo de diferentes gobiernos, propone establecer reservas que puedan gestionar una apropiada convivencia entre los seres humanos y la naturaleza, para permitir la conservación de importantes ecosistemas del planeta. 

Actualmente cada reserva tiene la obligación de promover y contribuir con la conservación de los paisajes, los ecosistemas y la diversidad de especies, como también fomentar un desarrollo económico y humano sostenible.