Meteopedia

Escarcha

¿Qué es la escarcha?

Es un fenómeno meteorológico que consiste en la deposición del vapor de agua contenido en el aire sobre superficies lo suficientemente frías, con temperaturas por debajo de los 0ºC. Es decir, se debe al congelamiento directo del vapor, sin pasar por una fase líquida. 

Cómo resultado, se observa una capa de hielo cristalina, aunque si miramos muy de cerca veremos que el depósito de cristales se realiza en forma de escamas, agujas, abanicos o plumas.

¿Cuándo se forma la escarcha?

Para la formación de escarcha no basta solamente con una temperatura por debajo de los 0ºC, sino que existen otros factores importantes como la humedad y el «punto de rocío».

El punto de rocío indica la temperatura a la que debería enfriarse una masa de aire (a presión constante) para alcanzar la saturación, es decir, para lograr una humedad relativa del 100%. Más específicamente, cuando la temperatura del aire iguala al punto de rocío, cualquier excedente de vapor resultará en una condensación. 

Ahora bien, si la temperatura de una superficie es menor al punto de rocío del aire, sobre la misma se producirá un depósito de gotitas de agua, mejor conocido con el nombre “rocío”. Por otra parte, si se cumple esa condición pero la temperatura del aire es inferior a 0°C, se formará escarcha.

El fenómeno es habitual en noches frías invernales, sin nubosidad y con viento calmo. En esas condiciones, las temperaturas disminuyen aún más, y, como el aire frío puede contener menos vapor de agua que el aire cálido, tiende a saturarse.

¿Por qué puede ser perjudicial la escarcha?

La escarcha no resulta perjudicial para el medio ambiente por sí misma. De hecho, en ciertas regiones puede ser una fuente considerable de humedad para los suelos y plantas en periodos de lluvia escasa.

La problemática se presenta cuando el fenómeno aparece en lugares poco comunes, o bien, fuera de la temporada de heladas. Cuando esto ocurre, los cultivos pueden resultar seriamente dañados. Las heladas también son peligrosas en época de floración, ya que pueden afectar a las posteriores cosechas o fructificaciones.

Por otra parte, la formación de escarcha sobre el asfalto implica un riesgo para el tráfico rodado. Por tal motivo, es bastante común el esparcimiento de sal en las carreteras durante la estación invernal, ya que logran evitar las muy temidas placas de hielo.

¿En qué se diferencia de la cencellada?

Si bien los fenómenos son similares, se diferencian en el proceso de formación y en las condiciones ambientales necesarias para que se produzcan.

Para que ocurra cencellada, además de las bajas temperaturas, se necesita la presencia de niebla muy densa. En cambio, para la formación de escarcha solo se necesita un cierto grado de humedad en el ambiente.

Por otra parte, cuando la ocurrencia de niebla coincide con temperaturas por debajo de los 0ºC, es esperable que se produzca «cencellada», que consiste en pequeñas agujas de hielo adheridas a todas superficies inmersas en la niebla. Si esto sucede, el paisaje será similar al de una nevada ligera.

Mientras la cencellada ocurre gracias al congelamiento de gotas de agua, la escarcha se origina mediante la deposición directa del vapor.