Meteopedia

Exosfera

¿Qué es la exosfera y cuáles son sus características?

Se conoce como «exosfera» a la capa más exterior de la atmósfera, ubicada por encima de la termosfera, entre los 650 y 10.000 km de altura aproximadamente. Su límite inferior está determinado por la “termopausa”, mientras que su límite superior aún no ha sido definido.

La exosfera separa a nuestra atmósfera del espacio exterior, y es la más extensa de todas sus capas. Por debajo de ella se encuentran la termosfera, la mesosfera, la estratosfera y la troposfera, además de todas las capas de transición entre las anteriores (termopausa, mesopausa, estratopausa y tropopausa).

Junto con parte de la termosfera, la exosfera está contenida en lo que llamamos «magnetosfera» o campo magnético terrestre. La temperatura en esta región presenta una gran variabilidad, y normalmente se ubica entre los 0°C y los 1.700°C.

De manera paulatina, la exosfera experimenta una dispersión de los gases que la componen, que la asemeja a las condiciones del espacio exterior. De hecho, es la capa menos densa de todas, y está formada mayormente por hidrógeno y helio (también contiene oxígeno, pero en una proporción mucho menor). Además, gracias a su baja densidad y a los escasos efectos de la gravedad, los gases que la componen pueden escapar al espacio.

En esta capa se hace presente el flujo de partículas conocido como “plasma”, que se debe al efecto del viento solar sobre la magnetosfera. La región donde se produce el plasma se conoce como el “Cinturón de Van Allen”, y es un factor determinante para la protección de la vida en la Tierra.

Por otra parte, tanto en la exosfera como en la termosfera se originan las llamadas “estrellas fugaces”. Estas se deben al destello que provoca la desintegración de los meteoritos.

¿Cuál es la función de la exosfera?

Por ser la capa más externa de la atmósfera, la exosfera es la primera línea de defensa de nuestro planeta contra la radiación solar. De igual forma, la exosfera nos protege de meteoritos, asteroides y rayos cósmicos.

Más aún, esta capa impide que la termosfera pueda expandirse indefinidamente, por lo que, gracias a ella, la atmósfera tiene el comportamiento que actualmente conocemos, que permite el desarrollo de la vida terrestre.

Por último, como en la exosfera no hay prácticamente fricción, es una región ideal para colocar satélites.