¿Por qué trabajamos peor cuando hace calor?

Javier Vegas

Javier Vegas

Las alturas temperaturas y el calor se relacionan con un menor rendimiento en el trabajo. ¿Por qué?

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Las altas temperaturas no solo causan fatiga y agotamiento físico, también un menor rendimiento intelectual. Esta es una de las principales conclusiones del estudio elaborado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en EE.UU, que asegura que aquellos estudiantes que residían en edificios sin aire acondicionado durante las olas intensas de calor obtuvieron peores resultados en pruebas cognitivas en comparación con aquellos que viven en habitaciones climatizadas.

El trabajo, publicado en la revista PLOS Medicine, vincula de manera directa los perjuicios para la salud, tanto física como intelectual, que pueden sufrir las personas incluso en zonas interiores de los edificios, durante un episodio de temperaturas altas extremas.

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«La mayor parte de la investigación sobre los efectos del calor sobre la salud se ha realizado en poblaciones vulnerables, como las personas mayores, creando la percepción de que la población en general no está en riesgo por las olas de calor.  Sin embargo, nuestra investigación evalúa el estado de personas saludables”, señala José Guillermo Cedeño-Laurent, investigador de Harvard Chan School y autor principal del estudio.

Las temperaturas entre 22 y 23 ° C fueron óptimas para el rendimiento, mitigar el calor, reducir la deshidratación y para conciliar un sueño de calidad

La investigación se llevó a cabo durante la ola de calor de 2016 a través de la monitorización la temperatura de las habitaciones de varias decenas de estudiantes que vivían, por un lado edificios dotados de climatización, y otros , en construcciones sin aire acondicionado. Además se analizaron datos como la temperatura, los niveles de dióxido de carbono, la humedad, los niveles de ruido, la actividad física y patrones de sueño.

La temperatura ideal para rendir

En esos días, los participantes del estudio realizan dos pruebas cognitivas a través de sus teléfonos móviles nada más despertarse que evaluaban la velocidad cognitiva, la capacidad de enfocarse en estímulos relevantes o la memoria, entre otras variables. Los resultados reflejaron que con las altas temperaturas,  los estudiantes en los edificios sin aire acondicionado consiguieron peores resultados que los residían en espacios climatizados con un 13,4% más en tiempos de reacción en las pruebas de color de la palabra y un 13,3% menos en las puntuaciones.

“Los estudiantes sanos en edad universitaria pueden experimentar efectos negativos en su función cognitiva durante una ola de calor. Encontramos que los estudiantes que viven en edificios sin aire acondicionado tuvieron respuestas más lentas y menos precisas en dos pruebas cognitivas, en comparación con sus compañeros con climatización”, explica Cedeño-Laurent.

Se prevé que el número de olas de calor aumentará debido al cambio climático

Las estimaciones de los expertos señalan que las temperaturas entre 22 y 23 ° C fueron óptimas para el rendimiento ya que es suficiente para mitigar el calor, reducir la deshidratación y para conciliar un sueño de calidad.

Calor acumulado en edificios

No obstante, la diferencia más notable se dató en el momento en el que la ola de calor remitía y bajaban las temperaturas en el exterior pero se mantenían en los edificios. «Las temperaturas interiores a menudo continúan aumentando incluso después de que la temperatura exterior disminuya, dando la falsa impresión de que el riesgo ha pasado, cuando en realidad continúa la ‘onda de calor interior'»,  explica Joseph Allen otro de los autores del estudio.

Para explicar este fenómeno, Allen señala que en las zonas del mundo con climas predominantemente fríos, “los edificios fueron diseñados para retener el calor y por eso estas construcciones tienen dificultades para perder temperatura durante los días de verano más cálidos creados por el clima cambiante, dando lugar a olas de calor en el interior «.

Los adultos pasan el 90% de su tiempo en el interior de los edificios

Las consecuencias del calor en la salud

Según los investigadores  expertos las olas de calor con temperaturas extremas pueden tener unas graves consecuencias para la salud pública y a día de hoy es la principal causa de muerte de todos los fenómenos meteorológicos en EE. UU.  “La mayoría de los estudios hasta la fecha se han centrado en poblaciones vulnerables, incluidos los muy jóvenes o los ancianos, y tienden a ser estudios epidemiológicos que utilizan registros de temperatura al aire libre. Comprender los efectos de las temperaturas en el interior es importante dado que los adultos en los EE.UU. pasan el 90% de su tiempo en el interior”, señalan los autores.

Este estudio ha permitido comprobar que también existen daños potenciales para la población sana en olas de calor. “Saber cuáles son los riesgos en diferentes poblaciones es crítico teniendo en cuenta que en muchas ciudades, como Boston, se prevé que el número de olas de calor aumentará debido al cambio climático”, advierte Cedeño-Laurent.

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