¿Qué es el cambio climático?
Llamamos «cambio climático» a la variación del clima a nivel global, ya sea por causas naturales o debido a la actividad humana. Las alteraciones del clima se ven reflejadas en todas las variables atmosféricas (temperatura, precipitaciones, nubosidad, entre otras), y en escalas temporales muy diversas. Los valores medios y extremos, junto con la variabilidad de estos parámetros, nos hacen notar que el clima está cambiando.
El cambio climático afecta a todo el sistema climático y a cada uno de los subsistemas terrestres (atmósfera, hidrósfera, criosfera, litósfera y biosfera).
Sabemos que en la historia de nuestro planeta han tenido lugar diferentes períodos de cambio climático, en mayor o menor medida. En su totalidad, estos fueron causados por diferentes factores de origen natural, como variaciones en la órbita de la Tierra alrededor del Sol, anomalías en la actividad solar, grandes erupciones volcánicas, la deriva continental o el impacto de meteoritos. Sin embargo, el cambio climático actual se debe solo a causas antropogénicas. Es decir, es consecuencia de algunas actividades humanas que modifican la composición de la atmósfera e intensifican el efecto invernadero, lo que provoca un calentamiento global.
El cambio climático actual se caracteriza también por ser muy acelerado, ya que se registran cambios en la temperatura media con una velocidad que supera a cualquier otro período de calentamiento. Esta ha ido en un considerable aumento desde la Revolución Industrial. Más precisamente, desde 1880 se ha incrementado en aproximadamente 1°C, y dos tercios de este aumento se registró desde 1975. Por tal motivo, es evidente que las consecuencias del calentamiento global tienen un comportamiento exponencial.
Debido a este calentamiento, se estima que, hacia el final del siglo, la temperatura media global escalará un grado más respecto a los niveles actuales.
Causas del cambio climático
El calentamiento global y el cambio climático están muy relacionados, pero no son lo mismo. El calentamiento global es una de las principales causas del cambio climático, y se debe concretamente al aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono (CO2). En parte, estos gases son emitidos por fuentes naturales, pero son las emisiones antropogénicas las que generan el calentamiento global actual, mediante la intensificación del efecto invernadero.
El efecto invernadero es indispensable para la vida en el planeta, y sucede naturalmente. Sin él, la temperatura media global sería de -18°C aproximadamente, contra los 15°C actuales. Sin embargo, una mayor concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera (principalmente CO2, CH4, N2O y O3 troposférico), implica una mayor absorción de la radiación infrarroja proveniente de la superficie, y, por lo tanto, un aumento de la temperatura.
Las emisiones de estos gases provienen mayormente de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), la calefacción, el transporte y algunas industrias. También son emitidos por las actividades ganaderas (sobre todo el ganado bovino) y agrícolas (cultivo de arroz y uso de fertilizantes).
Otra de las causas del calentamiento global y, por ende, del cambio climático, es la deforestación. La tala indiscriminada de árboles favorece el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono, ya que las plantas son importantes sumideros naturales de este gas (lo absorben durante la fotosíntesis). Algo similar ocurre con la destrucción de ecosistemas marinos, dado que los océanos también retiran el dióxido de carbono del aire.
Consecuencias del cambio climático
El aumento de la temperatura a nivel global tiene un impacto negativo en todo el planeta y las especies que lo habitan. Algunas de sus consecuencias son:
- Deshielo de glaciares: El derretimiento de glaciares provoca una disminución del albedo planetario (más absorción de la radiación solar en superficie), un aumento en el nivel del mar y mayor liberación de metano a la atmósfera.
- Inundaciones en islas y ciudades costeras: Entre 1900 y 2016, el nivel del mar aumentó entre 16 y 21 centímetros (en promedio). Según el informe 2014 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), se cree que hasta el año 2100 puede seguir en aumento, y crecer 90 cm más. Esto representa un gran problema para cerca de 100 millones de personas.
- Aumento de fenómenos meteorológicos extremos: El incremento de la temperatura en la superficie de los océanos será propicio para el desarrollo de huracanes más devastadores. También aumentarán las olas de calor y las sequías en muchas regiones del planeta.
- Migración y desaparición de especies: Muchas especies deberán migrar debido a los cambios en el clima, generados por el aumento de la temperatura. Aquellas especies que no logren adaptarse, podrán desaparecer.
- Mayor desertificación: El calentamiento global provocará escasez de lluvias en algunas zonas, y tierras hasta ahora fértiles sufrirán una desertificación.
- Efectos en la salud: La escasez de recursos puede dar lugar al desabastecimiento de agua y alimentos. También es posible una mayor propagación de enfermedades infecciosas.
¿Cómo podemos combatir el cambio climático?
El cambio climático es probablemente el mayor desafío al que se ha enfrentado la humanidad. La única manera de combatirlo es a través de la acción conjunta, mediante un plan de mitigación y adaptación. Por este motivo, hoy en día es muy común hablar de crisis o emergencia climática.
Cualquier plan de mitigación para frenar los efectos del cambio climático, implica la reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero. Actualmente, la medida de mitigación más importante es un proceso de descarbonización mediante el uso de energías renovables, la disminución de los combustibles fósiles y la eficiencia energética, junto a otras acciones imprescindibles como la reforestación, el almacenamiento y la depuración del agua, el cultivo flexible y adaptable, y una mayor inversión en investigación para conocer mucho mejor el escenario climático que nos espera. Por otra parte, los planes de adaptación se enfocan en disminuir la vulnerabilidad en la población y aumentar nuestra resiliencia.
Se denomina “acción climática” a cualquier política o medida que tenga por objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El “Acuerdo de París” (2015) fue el primer gran acuerdo internacional con esta finalidad. Más específicamente, se concretó con la misión de mantener el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de los 2°C respecto al período preindustrial.