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Monzón

¿Qué es un monzón?

Se conoce como «monzón» a un tipo de viento estacional, y de gran escala, que se desarrolla en regiones intertropicales, donde existe un gran contraste térmico entre la superficie continental y el océano.

Actualmente, los tres criterios que se utilizan para definir este fenómeno son:

  • La dirección de los vientos prevalecientes debe presentar una rotación de al menos 120º entre julio y enero.
  • La dirección de los vientos prevalecientes debe persistir por lo menos el 40% del tiempo entre julio y enero.
  • En promedio, la velocidad del viento debe superar los 3 m/s (metros por segundo) cada mes.

Si bien los monzones se manifiestan en zonas de Australia, África y América, se trata de un fenómeno principalmente típico del sur de Asia, donde las diferencias de temperatura entre el océano Índico y el continente resultan muy significativas. 

Si bien existen distintos tipos, los monzones suelen estar relacionados con el avance de aire muy húmedo sobre una región continental, que da lugar a precipitaciones muy abundantes.

Por una parte, el fenómeno puede contribuir a la economía de diferentes zonas, como ocurre en el sur de Asia, donde hace posible las lluvias necesarias para el cultivo de arroz y algodón. Pero, por otro lado, las lluvias que genera pueden llegar a ser torrenciales y muy persistentes, dando lugar a grandes inundaciones y corrimientos de tierras.

¿Cómo se forma un monzón?

Para el desarrollo de un monzón se necesita, en primer lugar, una diferencia de temperatura muy importante entre dos superficies distintas.

Como el océano tiene un efecto termorregulador sobre el aire, ya que durante el día absorbe calor y modera la temperatura ambiente, es normal que en períodos calurosos existan contrastes térmicos considerables entre el océano y el continente. Esto se acrecenta todavía más en latitudes bajas, donde la insolación solar es mayor que en otras partes del mundo. 

A su vez, como el aire cálido es menos denso que el aire frío, las zonas donde la temperatura es elevada tienden a presentar menores presiones que áreas más frescas. 

En conclusión, cuando se tienen grandes diferencias de temperatura entre el suelo continental y la superficie oceánica, también se registra un gradiente de presión muy importante entre ambas zonas. Entonces, como la intensidad y dirección del viento dependen principalmente del gradiente de presión, queda claro que un área caracterizada por un gran contraste térmico debería experimentar también un viento predominante desde la zona de mayores presiones (donde la temperatura es menor) hacia la zona de menores presiones (donde la temperatura es mayor). En líneas generales, este es el mecanismo de formación de cualquier monzón.

Por último, según el tipo de monzón, el aire que llega al continente puede transportar mucha humedad desde el océano. Si esto ocurre, cualquier cadena montañosa que se interponga en su camino puede generar ascensos de aire húmedo muy importantes y, en consecuencia, precipitaciones abundantes. Justamente, este es uno de los aspectos más reconocidos del monzón asiático.

Tipos de monzón

Existen dos grandes tipos de monzón: «monzón de invierno» y «monzón de verano». 

Como se dijo anteriormente, el agua tiene un efecto termorregulador sobre el aire, ya que, en días calurosos, es capaz de absorber calor y limitar el aumento de la temperatura ambiente. Sin embargo, termodinámicamente hablando, el agua no se comporta de la misma manera en días fríos, ya que, cuando la temperatura del aire es baja, tiende a liberar calor para amortiguar el descenso térmico.

Esto quiere decir que, según cual sea la estación del año, la distribución de temperaturas entre el océano y el continente puede ser totalmente contraria, y, por ende, la dirección del monzón también.

  • Monzón de verano

Es un tipo de monzón asociado a días calurosos, donde el flujo de aire se desplaza desde el océano hacia el continente, transportando grandes cantidades de humedad, por lo que también se lo conoce como “monzón húmedo”. Se caracteriza principalmente por las lluvias torrenciales que favorece, sobre todo en India y otras zonas del sur asiático.

Durante el verano, la superficie continental alcanza mayores temperaturas que la superficie oceánica, gracias a que la masa de agua tiene una capacidad calorífica (para absorber calor) mucho más grande que el suelo.

Esto genera que el aire por encima del suelo también se caliente más (en relación al aire sobre el océano), al punto de volverse más liviano (menos denso) y ascender, provocando una disminución de la presión sobre el continente. Esto, a su vez, resulta en un gradiente de presión entre la tierra (menor presión) y el océano (mayor presión).

Entonces, como el viento se desplaza desde las altas hacia las bajas presiones, se producen flujos de aire desde el océano hacia la masa continental. Este viento llega cargado de humedad y, en el caso de la India, se encuentra con la cordillera del Himalaya y otras áreas montañosas. Esto da lugar a ascensos forzados de aire húmedo que desencadenan precipitaciones muy intensas y continuas sobre la región.

Por último, debido a que el calentamiento es un proceso gradual, y que puede adelantarse o retrasarse en función del año, la temporada monzónica de verano en India puede comenzar entre abril y junio, y finalizar entre septiembre y noviembre.

  • Monzón de invierno

Es un tipo de monzón asociado a días relativamente fríos, donde el flujo de aire se desplaza desde el continente hacia el océano. A diferencia del monzón de verano, este fenómeno no se caracteriza por generar precipitaciones, por lo que también se lo conoce como “monzón seco”.

Durante el invierno, la superficie oceánica alcanza mayores temperaturas que la superficie continental, debido a que la masa de agua tiene la capacidad de liberar calor y templar el aire. En otras palabras, en cuanto a distribución de las temperaturas, ocurre lo contrario que en verano.

Por lo tanto, esto genera que las bajas presiones dominen sobre la superficie oceánica (donde la temperatura es mayor), y no sobre el suelo continental (donde la temperatura es menor). Entonces, como resultado, el flujo de aire se dirige desde el interior del continente hacia el océano.

Este fenómeno se manifiesta como un viento mucho más frío y seco que el monzón de verano. Para el caso de la India, se caracteriza mayormente por generar sequías en la región entre octubre y abril, y desplazar las lluvias hacia las islas del sudeste asiático.

¿Dónde se localizan los monzones y que diferencias tienen?

Actualmente, el concepto de monzón es tan amplio que puede incluir a la gran mayoría de los fenómenos asociados con el ciclo anual del clima en las regiones tropicales y subtropicales de Asia, Australia, América y África.

Dichas regiones se caracterizan por tener los ciclos climáticos más importantes de todo el planeta, gracias a la cercanía con la franja ecuatorial, donde la incidencia de radiación solar es máxima. 

  • Monzón asiático

El monzón asiático es el más importante de todos y afecta principalmente a la India y a todo el sudeste del continente. Se distingue de otros monzones porque el fenómeno se presenta también en invierno (con características diferentes).

En el sur de Asia, el monzón comienza con un gran calentamiento de la superficie en la región del desierto de Thar (al norte de la India), provocando un descenso muy significativo de la presión atmosférica. Esto genera una circulación de aire muy importante desde el Océano Índico, donde la presión es mayor debido a que el aire por encima del agua se mantiene fresco, hasta el centro del continente. 

El aire proveniente del océano llega cargado de humedad y converge en el Himalaya. Esta cadena montañosa provoca el ascenso forzado del aire húmedo, que continúa llegando desde las costas, dando lugar a la formación de grandes sistemas nubosos y lluvias extremas en la región. En algunas zonas, los valores de precipitación anual acumulada suelen estar cerca de los 10.000 mm.

El monzón asiático de verano se establece gradualmente, por lo que su fecha de inicio suele variar entre marzo y junio, según la zona, y su fecha de finalización entre septiembre y noviembre.

Por otra parte, a partir de septiembre, los días comienzan a acortarse y las temperaturas diurnas descienden notablemente en el centro del continente asiático. Las zonas áridas como el desierto del Thar contribuyen a descensos términos más significativos durante la noche, ya que la absorción de calor por parte del suelo es muy baja o nula. De esta manera, se establece un centro de alta presión en la región del lago Baikal, conocido como “anticiclón siberiano”. 

Con la presencia de este sistema, se genera una zona de subsidencia de aire muy importante, que da lugar a días de mucha estabilidad atmosférica en el centro del continente. Además, opuesto a lo que ocurre durante el verano, la diferencia de presiones entre el continente y el océano es suficiente como para provocar un flujo de aire contínuo desde el centro de Asia hasta el Índico, también conocido como monzón de invierno. Este fenómeno se manifiesta como un viento muy seco, debido a que la masa de aire cruza el Himalaya de noreste a sudoeste y sufre un fuerte “efecto foehn” (se seca, se comprime y se calienta al descender de la cadena montañosa). 

  • Monzón africano

El monzón africano se manifiesta por las diferencias de temperaturas entre la región del desierto del Sáhara (zona de mayor calentamiento) y la costa del Atlántico ecuatorial (zona de menor calentamiento), en el Golfo de Guinea, durante el verano del hemisferio norte.

El monzón interrumpe los vientos secos y calurosos del noreste, mejor conocidos como “harmattan”, que durante gran parte del año se asocian a la presencia de un anticiclón sobre el norte del continente, en la zona del Sahara. Cuando el monzón comienza, en cambio, se produce el ingreso de aire húmedo y más fresco desde el sudoeste, directamente desde el océano, y el harmattan suele elevarse entre 900 y 1800 metros desde la superficie, debido a la diferencia de densidades entre las dos masas de aire. 

Si bien presenta un mecanismo de formación similar al monzón asiático, el monzón de África se diferencia en varios puntos. En primer lugar, a gran escala, el fenómeno es muy simétrico de oeste a este, mientras que en el sur de Asia el flujo es más complejo. Otra diferencia importante es que el monzón africano no es tan constante en términos de precipitaciones, mientras que en el continente asiático nunca se han registrado dos o más años consecutivos con déficit en el régimen de lluvias. De hecho, en África, las lluvias monzónicas pueden variar hasta un 40% de un año a otro, mientras que, en el sur de Asia, sólo en un 10%.​

  • Monzón norteamericano

En América del Norte, durante el verano, el desierto que se ubica entre la península de baja California, Sonora y Arizona se calienta excesivamente, provocando una caída de la presión atmosférica muy considerable en la región. Cuando esto ocurre, los vientos cálidos y húmedos, tanto del Atlántico como del Pacífico tropical, comienzan a confluir sobre el continente. 

Como resultado, se producen diferentes episodios de tormentas breves y torrenciales, pero no continuas (como sí ocurre en el monzón de Asia), que suelen representar alrededor del 70% de la precipitación total anual en la región. Además, dichas tormentas acostumbran tener un rol importante en el control de incendios forestales, y, por lo general, provocan fuertes crecidas de arroyos en el área. 

  • Monzón sudamericano

Por otra parte, en América del Sur, durante el verano tiene lugar el desarrollo de un sistema de baja presión muy importante en el altiplano andino, que tiene un origen térmico, es decir, es fruto de un importante calentamiento sobre la superficie. A su vez, debido a los importantes movimientos ascendentes de aire generados por el dominio de las bajas presiones en niveles bajos de la troposfera, en altura se forma un centro de alta presión muy extenso que se conoce como “Alta Boliviana”.

Esta distribución de presiones favorece el ingreso de aire húmedo al centro del continente desde la costa noreste de Brasil, que incluso suele alcanzar la ladera oriental de la cordillera de los Andes.

Como resultado, se obtiene una zona caracterizada por una gran convergencia de humedad que, gracias a la convección diurna y al cruce de perturbaciones atmosféricas, da lugar a eventos intensos de precipitación.

  • Monzón australiano

El monzón australiano afecta más precisamente a las islas del sudeste asiático y al noreste de Australia. 

Este fenómeno, que se desarrolla durante el verano del hemisferio sur, se debe al contraste de temperaturas entre la zona desértica de Australia (hemisferio sur) y el sur de Asia (hemisferio norte). La primera de estas regiones experimenta un gran calentamiento en su superficie, que da lugar a un importante decaimiento de la presión. En cambio, como es invierno en el hemisferio norte, el sur de Asia se encuentra caracterizado por temperaturas bajas y altas presiones.

El gradiente de presión entre las dos zonas genera un flujo de aire húmedo desde el sector norte que converge finalmente sobre Australia y da lugar a precipitaciones abundantes, principalmente sobre el noreste del país y también en islas del sudeste asiático.

Es interesante destacar el paralelismo entre el monzón australiano y el monzón de invierno asiático, ya que ambos fenómenos se encuentran muy conectados. Incluso se suele decir que el monzón de invierno asiático “barre” las lluvias hacia el norte de Oceanía, dando lugar a lo que conocemos como monzón australiano.