Meteopedia

Termosfera

¿Qué es la termosfera?

La termosfera es la capa de la atmósfera que se ubica entre la mesosfera y la exosfera, es decir, entre los 80 y 600 km de altura aproximadamente. 

Su nombre surge de combinar dos términos griegos, “thermos” (caliente) y “sphaira” (esfera). Por tal motivo, «termosfera» se podría traducir como “esfera caliente”.

La termosfera se considera la capa atmosférica de mayor grosor, con la “mesopausa” (área de transición entre la mesosfera y la termosfera) como su límite inferior, y la “termopausa” o “ionopausa” (transición entre termosfera y exosfera) como límite superior. 

Características de la termosfera

La termosfera se caracteriza principalmente por ser la capa donde se alcanzan las mayores temperaturas de toda la atmósfera, con marcas térmicas que pueden superar los 1500ºC en su parte superior. 

Esto se relaciona estrechamente con la actividad solar, por lo que, entre el día y la noche, las temperaturas pueden variar hasta 200ºC aproximadamente. Algo similar ocurre a mayor escala temporal, gracias a la influencia de los ciclos solares.

Por otra parte, opuesto a lo que sucede en la troposfera, las temperaturas aumentan con la altura en esta capa. 

Como su grosor fluctúa con la temperatura, no tiene límites bien definidos. De hecho, por efecto de la actividad solar actual, la capa se está calentando y, por ende, ensanchando.

Las altas temperaturas de la termosfera se deben a los procesos de ionización que sufren las partículas en su seno, como consecuencia directa de la incidencia de rayos gamma y rayos X provenientes del Sol, que provocan la excitación de las moléculas de gas presentes. Por tal motivo, poniendo el foco en la presencia de iones y no en el aumento de la temperatura, la termosfera también suele denominarse “ionosfera”.

Por último, se estima que cerca del 99% de la masa total de aire atmosférico se encuentra por debajo de la termosfera, lo que da una idea de que tan baja puede ser la densidad de los gases en esta capa.

Composición de la termosfera

Mientras que el nitrógeno (N2) y el oxígeno molecular (O2) conforman casi la totalidad de la atmósfera interior, la termosfera está compuesta principalmente de ambos elementos pero en su forma atómica (N y O), además de helio (He).

En esta capa, debido a la baja densidad del aire, los choques entre partículas son tan poco habituales que las moléculas de gas se disocian en los elementos químicos que las componen.

¿Cuál es la función de la termosfera?

La termosfera puede pensarse como una capa protectora que se encarga de regular la temperatura del planeta, gracias a la absorción de gran parte de la radiación UV y de los rayos X que provienen del Sol.

A mayor actividad solar, más alta será la temperatura de la termosfera. Esto, a su vez, provocará un aumento en su espesor (ya que depende de la temperatura), incrementando así su capacidad protectora.

Por último, otra característica muy importante es su capacidad de reflejar ondas electromagnéticas. Esto nos permite, por ejemplo, emitir ondas de radio desde la superficie hasta puntos muy distantes de nuestro planeta.

¿Por qué se producen las auroras en la termosfera?

Las auroras son destellos luminosos que se producen en el cielo nocturno de regiones polares o subpolares, gracias a la ionización de millones de átomos en la alta atmósfera. 

Este fenómeno es provocado por la incidencia de la radiación cósmica (proveniente del sol) sobre las moléculas de gas presentes en la termósfera.

La intensidad de las auroras depende de la actividad solar (que no es nada regular), y sus colores están asociados al tipo de moléculas que son alcanzadas por la radiación (según cuales sean, y la cantidad de energía que reciban, la tonalidad podrá ser una u otra).